Hace mucho rato que no escribía en el Blog, es que de pura pava se me había olvidado el mail.
Creo que han pasado muchas cosas en mis últimos dos años (y algo) de vida. Creo que he madurado, creo que me han pasado cosas buenas, cosas malas, cosas peores, creo que he aprendido y mejorado en varios aspectos. Y es que ahora miro las cosas diferente, y varias bofetadas faltaron para que esto ocurriera.
Me di cuenta de que lo que más anhelo es que la gente sea buena, que es lo que quiero creer. Me di cuenta de que la vida a veces no es justa, que hace sufrir a la gente, que le enseña, que le hace sentir un poco más, que a pesar de todo me gusta y que a veces se adelanta su fin. Me di cuenta de que quiero sentirlo todo, el viento, la música, el amor. Me di cuenta de que no me podía quedar de brazos cruzados frente a tanta indiferencia, frente a tanta desigualdad, frente a tanto dolor y esfuerzo.
Aprendí que no seré yo quien haga justicia, que los sentimientos no se pueden manipular y que la gente a veces no se da cuenta, o simplemente no quiere. Aprendí a estar conmigo, a escucharme a veces, a liberarme un poco. Aprendí que mi felicidad y el frío no se llevan tan mal.
Quiero, quererte de nuevo, que seas feliz, que ella también. Quiero que la Millarai y la Katherine no tengan que sufrir tan pequeñas, que puedan jugar, que puedan imaginar. Quiero que el tata de San Pablo con Cumming no pase frío este invierno. Quiero ayudar. Quiero crecer.
Son dos años de varios más, y me emociona.
